El último soundtrack del año, es una hermosa canción, allá por el año 60, cuando los tríos musicales femeninos estaban de moda. “Be my baby” es una de esas canciones cuya letra nos hace estremecernos.
Sin más preámbulos el soundtrack de la semana.
Los agradecimientos por el video son para: DestinationDooWop
miércoles, 31 de diciembre de 2008
El soundtrack de la semana
Réquiem por un año que se nos va
A pocas horas de que se vaya este año, y esperando a que sucedan cosas que jamás sucederán, intento hacer un recuento de lo que fue este año. Y entre un tumulto de sensaciones, recuerdos, que dejan tras de si una especie de escalofrió que nos acaricia la espalda, me doy cuenta que este año fue uno de esos años fatales y extraños, pero que sin embargo suelen dejarnos con la certidumbre que serán uno de esos años que terminaran clavándose como una aguja envenenada en nuestros recuerdos.
Sería absurdo intentar recordar cada movimiento de los nuevos rostros que encontré y que por cierto tiempo se volvieron familiares, las pizarras arruinadas, los viernes inundados por cerveza y extraños brindis con el vacío. Aquellas tardes que solo terminaban por la mañana siguiente, y ciertos pasos que se alejaron de una manera tan vertiginosa, cuya única sensación que nos dejó, fue la de la tristeza.
Y no hablar de fútbol, que junto a la política, indudablemente es una de las causas de esta tristeza. Este año que bien podría ser el año de las decepciones, y cuyos únicos logros nos lo trajo el tenis y la cocina, y un solo empate contra la selección Argentina. Y que solo a estas alturas de la vida, le doy la razón a Lalo Reyme, ya que indudablemente ver un partido de la selección peruana, es jugar a la ruleta rusa con nuestros sentimientos. En este hermoso país que tiene tantas cosas por las cuales sentirnos afortunados y que ayudado por ciertos personajes políticos y sondeos de analistas económicos, las cumbres y la teletón, nos convencen de ello. Pero dicha fantasía se ve lapidada con tan solo acercarse a los puestos de periódicos, prender la televisión, todo nos convence de que este país se va directamente al carajo.
Pero claro, no todas las cosas han sido malas, seria demasiado mezquino decir que así fue. Sin embargo supongo que lo extraño de este país, es que ambas suceden casi al mismo tiempo, y de manera tan vertiginosa, como si toda aquella filosofía de polaridad se diera en este lugar. Acabé la universidad, realicé la ayudantita de cátedra, pero no me dieron el certificado, fui asaltado por primera vez, recupere viejos amigos, perdí unos otros, me inundaron ciertos sentimientos inefables desvelados en un mueble, me atacó la incertidumbre que deja cierta ausencia.
Y todo parece volver a repetirse, como si lo que dijera Galeano con respecto a la historia como un profeta ciego fuera cierto. Con la sensación de que el próximo año que viene muchas otras cosas sucederán, entre las cotidianas y las extraordinarias, mezcladas ambas, intentando ahogarse mutuamente, con personas que seguramente se irán montadas en un paro cardiaco, otras socavando las almas de conductores ebrios, algunos tal vez solo machándose, como quien simplemente se marchar hacia el olvido; y todo, absolutamente todo seguirá el curso normal de la vida, un año mas, que no es más que un año menos, los juegos, las pérdidas, las personas, todos expectantes de que caigan los dados lanzados por una mano invisible que pareciera divertirse con cada derrota propia.
¡Feliz año!
lunes, 29 de diciembre de 2008
miércoles, 17 de diciembre de 2008
El soundtrack de la semana
El soundtrack de la semana, después de varias cosas que me vienen sucediendo, y que voy asimilando como quien respira el aire enrarecido del fin de los tiempos (lo siento Shyamalan, pero es muy difícil no caer en tu observación fatalista de la vida) es una canción de Fito Paez, de su disco: “Euforia” una canción, que como él mismo señalaría: «es una balada rosarina».
“Tus regalos deberían de llegar” sin lugar a dudas, un buen tema para retomar el soundtrack de la semana.
Los agradecimientos por el video son: kondurperufour
Las intermitencias de la justicia
El día de hoy me convertí en una cifra más de la inseguridad ciudadana. ¿Qué se puede decir en estos casos, que no se haya dicho antes? Creo que muy poco. Quizás fueran las fechas, el hecho de venir dormitando, o por esa extraña sensación de felicidad que nos suele dejar los delirios del amor, que el tiempo que duró el atraco me pareció algo tan irreal, algo tan ajeno a uno. Pero lo cierto es que además de mi celular y de los 20 soles que se llevaron, me di cuenta que este tipo de actos se ha vuelto tan natural, tan cotidiano que casi podría ser como si alguien vendiera caramelos o helados. Y quizás sea eso lo preocupante. La manera en como dicha naturalidad pareciera afectarnos a todos, como si hubiera aceptado que todo eso es parte del quehacer diario, de la vida misma.
Y claro, con esto no pretendo decir lo que todos ya saben con respecto a la indolencia con la que actúan las autoridades respectivas, ni que la justicia es una idea abstracta en este país, en donde ahora se suben a un micro y te llenan de plomo sin asco alguno.
Sin embargo no puedo dejar de pensar, que este país, a pesar de todo y de todas las cosas buenas que nos suceden, indudablemente se va al carajo.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
El Soundtrack de la semana
El siguiente soundtrack va dedicado a Pepo, por su persistencia y su obsesión hacia cualquier español pelucón, y porque aunque no lo dijo abiertamente, sabia que esta canción tarde o temprano nos termina alcanzando…
Pequeño rock & roll
Un hermoso Tema de Quique.
Los agradecimientos por el video son para: R3nat0
lunes, 1 de diciembre de 2008
Volveré a dar temor, y el miedo será mi hogar
Que se puede hacer cuando el insomnio nos ataca, y la madrugada esta a punto de irse. Escribir seria una buena opción si es que no fuera tan difícil y hasta cierto punto tortuoso hacerlo. Las tareas de la universidad también son una buena opción, pero a estas horas de la noche la universidad es en lo último en lo que se piensa, a pesar de que hay que presentar un trabajo dentro de 48 horas. Quizás llamar por teléfono, pero quien diablos está despierto a estas horas. Por lo que la única opción que me queda, y quizás la única disponible para este animal de mirada estrecha, es la de oír uno de los tantos discos bajados, y que aún no escucho, mientras posteo algo, en un intento desesperado por llenar, al menos, una hoja en blanco.
5:30 de la mañana. Un concierto en un lugar inubicable, sin títulos, pero se pueden reconocer alguna canción del disco Say no more, y en donde Alberto Cortes se molesta al ser comparado con un Dogo, (pero si ambos son argentinos, y orgullo de esa nación) y en donde Maria Gabriela Epumer canta, gracias a Dios, más de lo que usualmente solía cantar en los conciertos de Charly, llegando incluso a cantar la mitad de San Francisco y el lobo, un material inédito, dicho de paso, pero sobre todo porque aún soy capaz de emocionarme al oír aquella voz.
Ya es tarde, y una vez más, acabo de encontrar en la música, un buen motivo para volver a interesarme en la humanidad.